César Mijares
Tras 16 días de la “ocupación temporal” de la panadería Mansión Bakery en la esquina Cuartel Viejo en la avenida Baralt del centro de Caracas, el pan continúa vendiéndose a los Clap de la localidad y no a quien lo desee, como era de costumbre. Esta medida fue tomada por el Sundde con el fin de “eliminar las colas” y la “guerra del pan” a la que, según el Gobierno venezolano, está expuesto el país.
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Este miércoles, el establecimiento permanece tomado, con música revolucionaria y custodiado por quienes parecen ser colectivos, quienes en conjunto con los Consejos Comunales de la parroquia Altagracia, hacen la entrega de los 5 mil 600 panes que producen diariamente y que a su vez son entregados casa por casa, según informó a través de un micrófono, José Solórzano, vocero de los productores libres de pan, quien está a la cabeza del establecimiento desde su toma.
Solórzano destacó ante el micrófono que “estamos bajo un proceso de intervención de 90 días y bajo una orden presidencial de producir pan para los Clap del sector, esperamos la mayor comprensión de los vecinos, vecinas, transeúntes y trabajadores de la Baralt”, dijo además que la mayoría de las panaderías comerciales tiene pan para el transeúnte y que los ahí producidos, serán solo para la comunidad.
Los Clap Cuartel de Miraflores, Misia Jacinta, Victoria de Altagracia, 19 de abril, José Gregorio Hernández, Guardia de Honor, Martín de Miraflores y Paraíso Miraflores son parte de los que reciben el beneficio, que va a variar en cantidad dependiendo de su censo. En la ahora llamada Minka, no solo venden el pan salado, hay varios dulces y productos como helado, salsa de tomate, jugos, chocolates y tortas, a las que sí tiene acceso el que no pertenezca al sector.
Generó protesta
La toma, que vecinos calificaron como abrupta y abusiva, generó protestas el pasado martes, cuando vecinos de la localidad salieron a las calles y cacerolearon en rechazo a la acción dirigida por el gobierno. En el lugar se presentaron colectivos y uniformados, quienes, según los vecinos los amedrentaron y “corretearon” hasta sus edificios.
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Uniformados en los alrededores
El ambiente no es distinto al del pasado martes durante la protesta. Uniformados de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y Policía Nacional Bolivariana (PNB) están en las cercanías del establecimiento, en los alrededores del Banco Central de Venezuela, avenida Urdaneta y Baralt. Lo mismo sucede con los simpatizantes del gobierno que se mantienen en los alrededores “vigilando” el movimiento de la comunidad.
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Rechazan la "toma"
Los transeúntes de la avenida Baralt rechazaron la toma de esta panadería que calificaron como emblemática para la comunidad y algunos dudaron de su entrega al dueño "lo que están haciendo es bastante injusto. El sueño es un señor mayor y no se merece esto que lo único que hace es dañar la economía", dijo Alberto Romero, quien compraba en la misma.
Por su parte, Mariana González dijo que "son bastante mezquinos y me parece una falta de respeto lo que están haciendo con las panaderías. No basta con expropiar empresas que ahora no producen como para que ahora vayan por las panaderías", mientras que Maura Balderrama, agregó que "esto genera pérdidas al dueño y también desempleo porque tengo entendido que botaron a los trabajadores de la panadería y están trabajando solo los colectivos".
Finalmente, Carlos Alvarado mencionó que "esto es una burla para las personas que ahora no pueden comprar, de paso venden otras cosas que son caras y eso si lo podemos comprar pero el pan es solo para ellos. Qué falta de respeto".
2017-03-22