Moisés Calderón
La completa felicidad de una persona casi siempre estará fielmente vinculada al tipo de relaciones interpersonales que la misma establezca en el entorno de su desarrollo social, es decir, toman un papel clave en el desarrollo psico-social del individuo.
Para llegar a la zona de “confort interpersonal”, las personas deben atravesar por una serie de requisitos indispensables que ayudarán a que se logre este objetivo, entre estos requerimientos está: buena comunicación intra y extrafamiliar, tolerancia ante pensamientos distintos al propio, respeto por los demás y por supuesto, la empatía que se desarrolle en lugares de compartir en común (escuela, universidad o trabajo).
Además, cabe destacar que todo ser humano necesita mantener una correcta formación social, en lo que concierne a la necesidad de formar amistades y compartir en los grupos sociales. Es una exigencia de nuestra personalidad el hecho de hacer amigos, compartir momentos, crear empatía con otras personas y amplificar el sentido o apego social.
No obstante, en situaciones de crisis socioeconómicas nacionales agudas, las relaciones interpersonales son uno de los aspectos mayormente afectados, lo que conduce a que se vea afectado también el bienestar psicológico y emocional de las personas.
Durante los últimos años, con el agravamiento de la situación sociopolítica en Venezuela, muchos hogares y grupos sociales se han ido desmantelando poco a poco. Padres que ven partir a sus hijos a otras tierras en busca de mejoras en la calidad de vida, grupos de amigos afligidos despidiéndose en aeropuertos o terminales, y parejas sumidas en un abrazo que representa la separación, que para más dolor, no se sabe si será momentánea o definitiva.
La relación familiar, sin duda alguna la más importante en cada invididuo por representar la base de la formación personal, ha sido víctima de la disminución de reuniones familiares por la partida de los miembros del núcleo.
Expertos consideran que toda esta crisis ha llevado al venezolano a convertirse en una especie de “autómata que solamente vive para preocuparse por trabajar y conseguir alimentos”, dejando de lado el desarrollo de las relaciones interpersonales, el entretenimiento y la distracción, aun cuando todo esto acarrea posibles problemas psicológicos.
De igual forma, muchos afirman que “existe la necesidad de desarrollarse en un entorno estimulante que permita al ser humano crecer día a día”.
Jóvenes afectados. Amalio Belmonte, sociólogo y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV) asegura que ante la agudización de la crisis, “el grupo social que se muestra más afectado es el de los jóvenes porque se les ha impedido el derecho a la recreación”.
“Los jóvenes ya no cuentan con una dinámica de grupo que les permita compartir y recrearse, porque no tienen lo mínimo en el ámbito económico para compartir en un grupo social” aseveró.
Además, aseguró que “los sitios de esparcimiento público y encuentros sociales, dedicados especialmente a los más jóvenes han sido confiscados, lo que ha repercutido en el desarrollo de las correctas relaciones intepersonales en los individuos que empiezan a construir una vida”.
Tolerancia. Belmonte también afirmó que “ante la actual imposibilidad que tienen las personas para compartir, conlleva a que los niveles de tolerancia disminuyan”, puesto que “si no se sale ni se comparte, podría llegar el punto en que no entenderemos que existen pensamientos distintos al propio”.
Aseguró que “con esto solo se estaba llevando a cabo el hecho de que se forme un individuo enclaustrado, que se encierre y se limite a si mismo socialmente”.
Egoísmo involuntario. El catedrático de la UCV considera que “la satisfacción de las reuniones sociales en Venezuela se ha vuelto algo imposible de realizar” y que “esta situación sólo lleva a que el venezolano se torne egoísta de manera involuntaria, sin querer”.
Considera que la razón por la cual se incrementó el “egoísmo involuntario” entre la sociedad venezolana es “porque también se acrecentó el fenómeno de la autopreservación, donde las reuniones se fueron diluyendo con el paso del tiempo por el temor a los elevados gastos económicos”.
“Algo tan simple como ir a tomarse un café con un acompañante es tan costoso que es difícil de llevar a cabo”, señaló Belmonte. Incluso, indicó también que “el ámbito familiar es otro de los grandes perjudicados, debido a que han disminuido las reuniones familiares en cada núcleo”.
“Autopreservación”. De igual forma, ratificó que ante momentos de crisis como la que se vive en Venezuela, es probable que las personas saquen a relucir dos características resaltantes: la solidaridad o la autopreservación.
“Sí surge la solidaridad, las personas al verse golpeadas por la misma situación tratarán de brindarse apoyo unos con otros, mantiéndose unidos, caracterizándose por la nobleza personal. Sí surge la auto-preservación, las personas serán un tanto egoístas y tratarán solamente de pensar en si mismos, en el beneficio propio, se vuelven personas precavidas o limitadas”, explicó el especialista.
Los Olvidados de Buñuel. Belmonte citó el ejemplo de la película “Los Olvidados”, producida por el español Luis Buñuel en el año 1950 en la cual se determinaba que “en situaciones de miseria y pobreza no se genera lo mejor de las personas, sino lo peor de las mismas, porque cada quien buscará velar por su propia integridad, debido a que por el simple hecho de subsistir, se es capaz de realizar grandes sacrificios e incluso de rehuir a la vida social”.
Por otro lado, enfatizó que “alguien que no tenga para comer o vestirse, tenderá a buscar otras actividades que a la postre podrían no permitirle recrearse sanamente”.
Soluciones alternativas. Entre las posibles soluciones y alternativas propuestas por Belmonte para salir del atolladero en relaciones interpersonales, destaca la de “buscar apoyo en nuestros iguales y compartir con ellos, de esta manera existirá la solidaridad grupal compartida.
Asegura que la lucha del no conformismo es la que va a promover el cambio ante esta fuerte situación.
Finalizó enviando un mensaje a los políticos venezolanos para que intervinieran en esta problemática de la crisis en relaciones interpersonales, así como para que evaluaran las principales causas y efectos de este problema.
Es importante recordar que entre las habilidades sociales que todo ser humano aprende desde niño, destaca la destreza para hacer amistades y abordar los sentimientos, es por esto que, las relaciones interpersonales constituyen gran parte de nuestro crecer.
2018-06-03
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