@Iroq21 / Pedagogo
La asistencia a las clases es la condición fundamental que se le pide a un estudiante para su incorporación al sistema educativo.
Muchos educadores consideran que la llegada del niño(a) a la institución escolar, debe desencadenar todos los esfuerzos, y actividades de apoyo institucional, y de los profesionales de la docencia, para que inicie con éxito su trayecto educativo.
En muchos casos eso es lo único, más no lo suficiente, que se le pide al padre o representante: que garantice la presencia de su hijo(a) o representado(a) en el plantel correspondiente.
Ir a clases: labor titánica
No obstante, lo antes expuesto, con una población en situación de pobreza entre el 70 y el 90% (ENCOVI,2021), la solo presencia de los menores en un aula de clases es un esfuerzo familiar significativo, para garantizarlo.
Por eso, es preocupante la tendencia histórica de la falta diaria de estudiantes en nuestras escuelas, incluso, desde antes de la pandemia.
Lamentablemente el “trayecto” hogar al aula de clases, puede estar plagado de obstáculos o limitantes que dificultan la presencia estudiantil en las escuelas.
Son ejemplos, la necesaria ayuda a los padres para lograr el sustento, la falta de alimentación escolar, las dificultades o inexistencia de transporte y el mal funcionamiento de un servicio público vital (agua, electricidad, o gas).
Todos ellos son factores señalados por los docentes, para ilustrar las causas de la no presencia del estudiante en las clases.
Lo encontrado
En el estudio que actualmente realiza @Conlaescuela, en una muestra de planteles, en seis estados del país, la fotografía de la inasistencia escolar refleja que: menos de una, de cada 10 instituciones reportan buenos índices de asistencia de sus estudiantes.
En esos casos superiores al 90 % de la matrícula.
Al contrario, casi 3 de cada 10 planteles tienen problemas de asistencia estudiantil, a saber: hasta un 50% de alumnos faltan a clases. Mientras en 6 de cada 10 casos, no llega al 90% la presencia en clases.
Lo anterior es un problema grave, porque los datos se obtuvieron antes del 28 de marzo, es decir durante el modo de asistencia semipresencial a las aulas. Eso significa que las escuelas atendían alumnos pocos días a la semana (muchas solo tres o cuatro), y en ellos, la presencia de los estudiantes, en las escuelas participantes, nunca fue mayoritaria.
Otras causas de inasistencia a clases
Al entrevistar a 328 docentes, los mismos señalaron las siguientes causas múltiples, de no asistencia estudiantil a clases:
*Falta de un servicio público esencial (agua, electricidad, gas): presente en 35 de cada 100 respuestas.
*Debe ayudar económicamente a sus padres: 24 de cada 100.
*Falta de transporte o dificultad para el acceso a ese servicio: 23 de cada 100.
*No se suministra alimentos en el plantel: 18 de cada 100.
Fenómeno multifactorial
Dado que las inasistencias tienen una razón multicausal, y que muchas de ellas son externas a la institución, son las autoridades educativas las responsables que las mismas sean corregidas.
La inasistencia tiene un doble efecto negativo, entorpece o impide la instrucción, y priva al alumnado de una sana socialización e interacción entre ellos, y con sus educadores.
El logro y la consolidación de aprendizajes en la educación básica, precisa de la presencia de niños y jóvenes en los planteles. Después de 18 meses de ausencia de ellos, cada día que se inasiste, es una carga exagerada, que impedirá el avance del estudiante en la escolarización.
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