Un preso murió hoy en la cárcel de Sao Luis, capital del estado de Maranhao, a pesar de la presencia de la Policía Militarizada que desde el pasado viernes refuerza la seguridad en los presidios de la región, unos de los más violentos del país, según informó la estatal Agencia Brasil.
El incidente, que ocurrió esta madrugada, tuvo lugar en el complejo penitenciario de Pedrinhas, el mayor del estado y donde ocurrieron la mayor parte de las 60 muertes registradas en las diferentes cárceles de Maranhao, tres de ellas decapitadas, según datos del Consejo Nacional de Justicia (CNJ).
El pasado 27 de diciembre, sesenta policías militarizados intervinieron "por tiempo indeterminado" las diversas cárceles del estado debido a la violencia registrada en los últimos meses y a la superpoblación carcelaria.
La decisión de intervenir los presidios fue tomada después de que una comisión de representantes del Ministerio Público y del CNJ realizó una inspección en diferentes cárceles del estado.
Tras la visita, el CNJ relató en un informe que el hacinamiento de las cárceles no ofrece "condiciones para mantener la integridad física de los presos, sus familiares y quienes frecuentan los presidios", en especial el de Pedrinhas.
De acuerdo con la Secretaría de Justicia y Administración Penitenciaria del Estado de Maranhao, actualmente hay 2.196 presos en el complejo penitenciario, que tiene capacidad para 1.770 personas.
De acuerdo con el Gobierno de Maranhao, la Policía Militar no asumió la dirección de las unidades, sino que se encarga de reforzar la seguridad.
El objetivo es aumentar la frecuencia de visitas a las celdas, intensificar los procesos de seguridad y reforzar la vigilancia nocturna, señalaron las mimas fuentes. /EFE