El próximo 3 de noviembre de 2024, millones de estadounidenses deberán realizar el ajuste de sus relojes, marcando el fin del horario de verano. Este cambio, que se realiza a las 2:00 de la madrugada, requiere que los relojes se atrasen una hora, retornando así a la 1:00.
Esta medida tiene como objetivo principal aprovechar mejor las horas de luz natural y optimizar el consumo de energía durante los meses con días más largos.
¿Horario de verano permanente?
El horario de verano comenzó el 10 de marzo de este año y, aunque ha sido parte del calendario estadounidense desde la "Ley de Hora Estándar" de 1918, no todos los estados participan en este ajuste.
Territorios como Hawái, Samoa Americana, Guam, Puerto Rico, Islas Vírgenes e incluso gran parte de Arizona han optado por permanecer en horario estándar durante todo el año. Estas excepciones se deben a diversas razones, incluyendo el clima y las preferencias locales.
A lo largo de los años, el debate sobre la permanencia del horario de verano ha tomado fuerza. Desde 2022, al menos 19 estados han aprobado legislaciones que permitirían mantener el horario de verano de manera continua, a la espera de la autorización del Congreso.
Otras localidades
Entre estos estados se destacan Alabama, Florida e Idaho, quienes buscan asegurar los beneficios económicos y de eficiencia que ofrece este horario.
California también ha mostrado interés en esta propuesta. A pesar de que en 2018 se votó a favor de implementar el horario de verano de forma permanente, la legislatura estatal aún no ha tomado acciones concretas.
Mientras tanto, el cambio de hora sigue siendo una constante en la vida de los estadounidenses, quienes se preparan para este ritual anual que, aunque controvertido, continúa como parte fundamental de la cultura del país.
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