Este domingo 2 de noviembre marcará el término del horario de verano en Estados Unidos, momento en que los relojes deberán ser retrasados una hora para ajustarse al horario estándar. Esta modificación es parte de la práctica anual que se realiza para aprovechar mejor la luz natural y reducir el consumo energético.
La recomendación es adelantar el ajuste, especialmente en relojes que no cambian automáticamente, para evitar confusiones al despertar.
Cambio de horario y su impacto
El cambio oficial se realizará a las 2:00 de la madrugada, momento en el que los relojes se retrocederán a las 1:00 a.m., permitiendo así a la población estadounidense disponer de una hora adicional de descanso.
Este horario se mantendrá vigente hasta el segundo domingo de marzo del próximo año, cuando se adelanten nuevamente los relojes para dar paso al horario de verano.
Excepciones y zonas sin ajuste
El cambio afecta a la mayoría de los estados y territorios del país, excepto algunos lugares como Hawái, Puerto Rico, parte de Arizona, Islas Vírgenes, Guam, Samoa Americana e Islas Marianas del Norte, donde no se aplica el horario de verano y por ende no requieren hacer este ajuste.
En otras regiones próximas a la frontera norte de México, se sigue el horario estadounidense de forma coordinada.
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