A partir del 1° de agosto, entra en vigor una nueva ley en Luisiana que busca liberar el carril izquierdo de las autopistas para quienes realmente necesiten adelantar.
La normativa, conocida como Ley SB11, apunta directamente contra los conductores que circulan a baja velocidad en ese carril, incluso si van apenas por debajo del límite permitido.
El objetivo: reducir el riesgo de choques por frenadas inesperadas y mejorar la fluidez del tráfico, según reseña el diario argentino La Nación en su versión web.
Hasta ahora, se permitía permanecer en el carril izquierdo siempre que no se condujera a más de 10 millas por hora (unos 16 km/h) por debajo del máximo legal.
Pero con esta reforma, la tolerancia desaparece: quienes no estén adelantando y circulen por debajo del límite —aunque sea por una sola milla por hora— deberán trasladarse al carril derecho.
Ley en Luisiana: multas altas y hasta cárcel
Impulsada por el senador estatal Jay Luneau, esta ley establece un esquema de sanciones progresivas. La primera infracción, dentro de un período de 12 meses, se penaliza con una multa de $150, que asciende a unos $180 con cargos judiciales.
La segunda infracción eleva la multa base a $250, mientras que la tercera puede llegar a los $350 y hasta incluir 30 días de cárcel.
La ley contempla excepciones razonables: el conductor podrá usar el carril izquierdo si está por adelantar, girar hacia la izquierda, esquivar obstáculos o permitir el paso de vehículos de emergencia.
Excepciones
También se permitirán excepciones en caso de condiciones climáticas adversas o zonas en obras.
Pese a su tono firme, los agentes de tránsito mantendrán cierto criterio para aplicar la norma, considerando las condiciones del entorno y la seguridad general del tránsito.
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