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Asocian a la impunidad repunte de los linchamientos en Venezuela

Martes, 12 de abril de 2016 a las 07:30 pm
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Redacción 2001.com.ve | Betzabeth Márquez

Durante los últimos meses, las redes sociales en Venezuela han servido de ventana para registrar y dar testimonio a un fenómeno de reciente data: los linchamientos de presuntos delincuentes a manos de ciudadanos comunes.

En Venezuela, por tratarse de un fenómeno  reciente, es necesario aclarar diversos aspectos como los que motivan el linchamiento y el análisis de distintos especialistas de la violencia social.

De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española, linchar significa "ejecutar sin proceso y tumultariamente a un sospechoso o un reo".  Sin embargo, las interpretaciones más significativas de los linchamientos enfatizan la ausencia o deficiencia del aparato estatal para imponer un orden jurídico-administrativo.

Los detonantes

El criminólogo-criminalista Javier Gorriño explicó, a través de un contacto telefónico, que uno de los principales detonantes de los linchamientos en la "no reacción gubernamental frente a la delincuencia".  Explicó que los perpetradores suelen ser ciudadanos comunes como "padres de familia o trabajadores" y  se erige como "la acción desesperada de la gente a la inacción de políticas gubernamentales".

Consultado sobre cómo detener este fenómeno explicó que "va a ser muy difícil porque mientras el ciudadano no tenga quien lo defienda, desarrolla un sentido de supervivencia".

La psicóloga social Yorelis Acosta también ofreció sus impresiones sobre este tema. Explicó que los linchamientos conforman un fenómeno que siempre ha estado presente en la historia aunque, por efecto de las redes sociales, ahora "los exponen, les toman fotografías y los filman".

"El año pasado el robo y la violencia eran los fenómenos detonantes. Hoy esos no son los detonantes. El escenario propicio para eso es la extorsión del aparato judicial; la falta de seguridad que sienten los ciudadanos que no confían en el sistema judicial por lo que toman la justicia por sus manos", explicó Acosta.

Un ciudadano común que participe en este tipo de actos "lo convierte en delincuente. Es una acción de carácter ilegal y con su participación los ciudadanos están justificando y validando la violencia como una forma de resolución al margen de las leyes".

Detalló que es natural que los linchamientos aumenten "en tiempos de crisis económica porque aumentan los robos y la delincuencia en general".

El Estado se pronuncia

La fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, declaró este lunes que "nadie está facultado para tomar acciones, en el Estado al que le corresponde administrar la justicia". En ese sentido, explicó que el Ministerio Público inició 26 investigaciones durante los últimos meses han observado un incremento de este tipo de actos en el país.

De las 26 investigaciones que desarrolla el Ministerio Público dos corresponden al 2014 y 24 en lo que va de año y "en la mayoría de los casos las personas han resultado responsables de hechos delictivos", explicó Ortega Díaz.

Sin embargo, también se ha dejado cuenta de lamentables casos en los que las víctimas han resultados ser inocentes.

El pasado lunes 4 de abril a través de las redes sociales se conoció la historia de Roberto Josue Flores Bernal, de 42 años, quien fue linchado tras ser acusado de ladrón. En realidad era chef de cocina y fue atacado cuando se dirigía a su lugar de trabajo.

Fundamento legal

Según el artículo 270 del Código Penal venezolano:

El que, con el objeto solo de ejercer un pretendido derecho, se haga justicia por si mismo, haciendo uso de violencia sobre las cosas, cuando podía haber ocurrido a la autoridad, será castigado con multa de doscientas cincuenta unidades tributarias (250 U.T.) a dos mil unidades tributarias (2.000 U.T.).

Si el culpable se valiere de amenaza o violencia contra las personas, aunque no haya empleado violencia sobre las cosas será castigado con prisión de uno a seis meses o confinamiento de tres meses a un año.

Si la violencia se ha cometido con armas, será castigado con el duplo de la pena establecida.

Y si resultare cometida lesión corporal o algún otro delito, será castigado con la pena correspondiente a estos hechos punibles.

Si el hecho no fuere acompañado de otro delito enjuiciable de oficio, no se procederá sino a instancia de parte.

Y el artículo 271 de la misma Ley establece que:

Cuando el culpable del delito previsto en el artículo precedente, compruebe la existencia del derecho con que procede, se disminuirá la pena de un tercio a la mitad.

La encuesta del Observatorio Venezolano de la Violencia, publicada en 2015, demuestra que 82% de la población no confía en la administración de justicia en el país y no está dispuesta a colaborar con las prácticas policiales, lo que, para los analistas, conforma el principal detonante de este tipo de actos. 

El Gobierno Nacional emprendió el pasado mes de agosto la Ley de la Operación Liberación y Protección del Pueblo (OLP) que cuenta con cuatro líneas: el Plan Patria Segura, el Movimiento por la Paz y la Vida, la Inteligencia Preventiva Integral y el fortalecimiento de la estructura de aplicación de justicia, para garantizar la paz del pueblo.

Los linchamientos han estado presentes en toda la historia universal. Y la situación actual sobre este tema en la nación lleva a muchos a traer a tema "Fuenteovejuna", una célebre obra teatral de Lope de Vega en la que el se plantea la licitud de una pueblada contra los abusos de las autoridades civil y sus cómplices. El autor resuelve la acción con buen criterio: Los Reyes Católicos perdonan al pueblo de Fuenteovejuna por el "linchamiento" de su comendador, porque esta acción "ilegal" ha restituido la justicia donde los malvados actuaban con total impunidad.