“El que vence a Satanás”; “El que rescata las almas del enemigo”; “El Campeón de Dios”; “El que atrae las almas de los hombres al juicio”, son algunas de las formas en que los católicos llaman a uno de los seres alados más tradicionales y populares, San Miguel Arcángel.
Hoy, martes 29 de septiembre es su día, y millones de personas en el mundo, creyentes, lo recuerdan y le elevan una oración. Una así, como esta:
“San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén”.
La veneración hacia este arcángel viene de la base cimentada por el Nuevo Testamento, cuando se hace alusión de una disputa con el diablo en el que el representante de Dios salió victorioso. Gracias a esto se le atribuye el haber frustrado a Lucifer.
La Iglesia lo acepta como el primero de los siete arcángeles, junto a Gabriel, Rafael y Uriel. Es reconocido como un defensor de los pensamientos católicos y cristianos y numerosos líderes a nivel mundial, desde el inicio de la historia, lo utilizaron como una figura a representativa a la hora de librar sus batallas.
A lo largo de la edad media se apareció a santa Juana de Arco, al papa Gregorio Magno, santa Margarita, al monje Saint-Michel y otras grandes figuras de la historia.
2020-09-29
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