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El término Cervicalgia hace referencia a una condición frecuente que se caracteriza por dolor en la región cervical. Pueden ser múltiples sus causas, pero la más frecuente es la que se relaciona con trabajos de alta exigencia o en los que haya que realizar un mayor esfuerzo físico (posturas forzadas o mantenidas con la cabeza o los brazos, trabajos sedentarios, sobrecarga física, movimientos repetitivos) y ausencias de pausas en el trabajo, generando contracturas musculares.
El doctor neurocirujano Wilfredo Mejías comentó que, otras condiciones como la artrosis y la degeneración de los discos de la columna cervical pueden también producir dolor en el cuello. El estrés o las alteraciones emocionales pueden ser frecuentemente responsables de dolor en el cuello, otras causas son las lesiones traumáticas como las fracturas, por caída de altura, así como los accidentes automovilísticos o motociclísticos, que requieren de una evaluación médica temprana. Causas excepcionales, pero que hay que tener siempre presente, son las infecciones o tumores a nivel de la columna cervical.
Si el dolor se irradia a los brazos, es conocida como cervicobraquialgia, la que puede ser unilateral o afectar a ambos brazos y estar asociada a otros síntomas como adormecimiento, hormigueo o pérdida de fuerza muscular en las extremidades superiores.
-¿Por qué se produce?
La causa más frecuente es la compresión de una raíz nerviosa en la columna cervical derivada de una hernia del núcleo pulposo o por el estrechamiento del canal raquídeo, en lo que se conoce como Canal Cervical Estrecho.
Existen, además, otras causas de esta enfermedad originadas fuera de la columna: las lesiones del hombro como las bursitis o rotura del manguito rotador, la compresión de nervios periféricos, la artritis reumatoidea y otras enfermedades reumáticas, entre otras, pueden ser algunas causas de dolor cervical.
-¿Cómo se diagnostica?
Dependiendo de la evolución y los síntomas del paciente, puede ser necesario realizar estudios de neuroimagen (radiografías, tomografía o resonancia magnética de la columna cervical) para observar la anatomía de las vértebras y estructuras blandas de la columna cervical, en especial, la médula espinal y las raíces nerviosas a las cuales da origen.
Otros exámenes como la Electromiografía o Análisis de sangre pueden ser necesarios si el médico sospecha de otras patologías. Recordemos siempre que un buen interrogatorio, las características del dolor y un buen examen físico del paciente son fundamentales para enfocar el diagnóstico.
-¿Cómo se trata?
El tratamiento dependerá de la causa de la enfermedad. En general, se considera el manejo del dolor mediante el uso de medicamentos analgésicos y antiinflamatorios, además de relajantes musculares y eventualmente corticoides. También puede incluir Reposo y Rehabilitación/Fisiatría.
La cirugía se reserva para casos específicos en los que las molestias no ceden con el tratamiento habitual o cuando existe una alteración anatómica que deba corregirse desde el punto de vista quirúrgico.
Existen algunas lesiones traumáticas como las fracturas, especialmente las inestables o con compromiso neurológico, que requieren de cirugía temprana para descomprimir la médula espinal y dar estabilidad estructural a la columna. Si posee algún síntoma indicativo de cervicalgia o sospecha de alguno, no dude en consultar un Neurocirujano.
Información del Dr. Wilfredo Mejías – Neurocirujano / @drneurocirujano
2019-05-20
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