Juan Sebastián Verón, una figura central y simbólica de Estudiantes de La Plata, celebró el reciente título de liga de su club, el primero en quince años. El exmediocampista, conocido por su trayectoria de jerarquía europea, regresó al sillón presidencial en 2024 tras un primer periodo que incluyó la inauguración del estadio UNO.
Desde su posición dirigencial, "La Brujita" se ha convertido en el mayor opositor de la poderosa Asociación del Fútbol Argentino (AFA), encabezada por Claudio "Chiqui" Tapia. Verón expresa una visión del fútbol distinta a la de la AFA, enfocada en la modernización, la profesionalización y la búsqueda de alternativas financieras para el club tetracampeón de la Copa Libertadores.
El conflicto abierto con la AFA
El enfrentamiento entre Estudiantes y la AFA no es solo ideológico. Verón impulsó un modelo mixto para la gestión que permitía atraer inversiones privadas sin convertirse en una SAD. Esta iniciativa, que recibió el apoyo del presidente Javier Milei, chocó con el rechazo generalizado de la AFA.
El conflicto se agudizó con el llamado "pasillo gate". En noviembre, Estudiantes denunció que el nombramiento de Rosario Central como campeón anual por parte de la AFA no tuvo una votación de los clubes que lo respaldara. Cuando el equipo fue conminado a realizar un pasillo de honor a Central, el plantel optó por darle la espalda.
La sanción y el motivo para ganar
La desobediencia tuvo consecuencias directas; Verón fue suspendido por seis meses de cualquier función vinculada al fútbol. Sin embargo, esta adversidad se convirtió en un incentivo para el equipo. Verón afirmó que lo sucedido tras el "espaldarazo" a Rosario Central permitió que los jugadores encontraran un motivo para ganar el título.
El defensor Leandro González Pirez reconoció que el acto de rebeldía del pasillo fue "un pensamiento que teníamos puertas adentro". Además, subrayó que el club "siempre se fortalece y alimenta de las cosas adversas".
El triunfo en la tribuna popular
A pesar de su suspensión, Verón desafió a la AFA al asistir a la final contra Racing, sumándose a la tribuna popular en Santiago del Estero. Allí, fue aclamado por miles de hinchas que le cantaron: "Oh, no soy secanucas, soy soldado de La Bruja".
Tras la consagración, los jugadores le llevaron el trofeo hasta su ubicación. Verón expresó su gratitud por este gesto, que no consideraba necesario, pero que le demostró que lo tuvieron presente.
Al final del emotivo festejo, Verón compartió su reflexión sobre el significado profundo de la victoria: "Esto me hace reflexionar y saber que las cosas buenas prevalecen siempre sobre las malas. Lo tengo siempre muy guardado y muy seguro, sobre todo".
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