El gobierno de Costa Rica seguirá adelante con la construcción de una ruta paralela a la frontera con Nicaragua, pese al escándalo de corrupción que enturbia lo que se conoce como el proyecto "estrella" de la administración de la presidenta Laura Chinchilla, dijeron este miércoles fuentes oficiales.
Una empresa local fue contratada por el gobierno costarricense para que retome las tareas de construcción, detenidas desde hace casi nueve meses cuando estalló un gran escándalo por presunta corrupción que salpica a tres funcionarios del Consejo de Nacional de Viabilidad y a varias firmas constructoras privadas.
La presidenta Chinchilla ordenó construir la denominada "trocha" fronteriza luego de que se desencadenó una disputa con Nicaragua, a la que Costa Rica acusó ante la Corte de la Haya de haber invadido una pequeña porción de su territorio.
La ruta corre paralela en 120 kilómetros al limítrofe río San Juan, que pertenece a la vecina nación pero sobre el cual el estado costarricense tiene derechos de libre navegación con fines de comercio, al amparo de un tratado suscrito entre las dos naciones en 1856.
A raíz de la construcción de la ruta, que según las autoridades de San José es una respuesta a la "amenaza expansionista" de Nicaragua, este país también demandó al Estado costarricense ante la Corte de la Haya por un supuesto "crimen ambiental" en la cuenca binacional del San Juan.
Costa Rica reaccionó esta semana con irritación a raíz de una solicitud de la vecina nación ante la Corte Internacional de la Haya, en la que exige que se autorice derecho de navegación sobre el río Colorado, costarricense, tras el argumento de que este brazo del San Juan está succionando el caudal de este último.
El canciller Enrique Castillo consideró que la demanda nicaragüense deja expuesta la actitud "expansionista" de la vecina nación.
El diferendo fronterizo estalló luego de que el gobierno nicaragüense impulsara un proyecto de dragado del San Juan, en el que planea construir un canal interoceánico.
Costa Rica ha invertido más de 40 millones de dólares en la ruta fronteriza, varios de cuyos tramos se encuentran abandonados tras el escándalo, y luego de que se descubriera que la carretera rústica se inicio sin diseños ni estudios de impacto ambiental.
El escándalo hizo rodar la cabeza del entonces ministro de Transportes, Francisco Jiménez.
El caso es investigado actualmente por la fiscalía general de la República. /DPA
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