El presidente Michel Martelly pidió a los haitianos que recuerden a las decenas de miles de personas que fallecieron hace tres años a causa de un gran sismo, al conmemorar el sábado el aniversario del desastre con una ceremonia discreta.
El ex presidente estadounidense Bill Clinton participó junto con Martelly por la tarde en una discreta ceremonia de colocación de ofrendas florales.
Martelly agradeció además a otros países y organizaciones internacionales por su ayuda tras el sismo del 12 de enero.
"El pueblo haitiano, con la mano extendida, recuerda lo sucedido", dijo Martelly ante una enorme bandera haitiana en el jardín frente al Palacio Nacional, que es ahora un montón de escombros. "Con la mano extendida recordamos y seguimos recordando el 12 de enero".
Vestidos de negro, varias decenas de funcionarios haitianos se congregaron ante las ruinas de la otrora elegante mansión blanca y que tuvo que ser demolida. Diplomáticos extranjeros y la modelo checa Petra Nemcova, designada antes por Martelly una de las embajadoras de buena voluntad de Haití, estuvieron igualmente presentes.
En su discurso, Martelly anunció un concurso gubernamental para diseñar un monumento en honor de los muertos en el sismo. Agregó que el gobierno acaba de publicar un nuevo código de construcción para asegurar que los nuevos edificios sean sísmicamente resistentes, pero sin aportar detalles.
Horas después, Martelly, el primer ministro Laurent Lamothe y el ex presidente estadounidense Bill Clinton colocaron una ofrenda floral en una tumba común al norte de Puerto Príncipe.
Clinton expresó esperanza sobre el futuro de Haití en breves declaraciones a los periodistas después de la ceremonia.
"Creo que verán más, en particular en la esfera económica, mucho más en el próximo año, cuando se proyecta que Haití tenga la mayor tasa de crecimiento en el Caribe", destacó. "Esperamos acelerar algo de la infraestructura. Tenemos que reparar el sector agrícola y… construir muchas más viviendas. Tenemos que procurar que la gente deje de vivir en esas tiendas", agregó.
Clinton, Martelly y Lamothe sostuvieron una reunión privada por la tarde.
El anterior gobierno de Haití dijo que murieron 316.000 personas pero nadie sabe realmente el número exacto. Asimismo, el desastre desplazó a más de un millón de personas.
La mayor parte de los escombros creados por el sismo han sido retirados desde entonces pero más de 350.000 personas siguen viviendo en campamentos de desplazados.
Mucha gente esperaba que las labores de reconstrucción hubiesen avanzado más para ahora, pero los avances han sido frenados por la parálisis política, la magnitud del desastre y la lentitud de la ayuda.
En los últimos dos años el 12 de enero fue observado como festividad nacional para recordar el sismo. Este año, el gobierno dijo que no sería ya un día feriado, pero pidió que las banderas haitianas fueran arriadas a media asta y que cerraran los clubes nocturnos y "establecimientos similares".
Este año, la fecha ha sido aprovechada por varias organizaciones en Haití para criticar el proceso de reconstrucción. Grupos asistenciales extranjeros han promovido su trabajo y recaudado dinero en ocasión del aniversario.
Pero para muchos haitianos, el sábado fue otro día normal.
"No podemos seguir enfocados en el 12 de enero", dijo Asaie Saint Louis, profesora de 56 años, con una Biblia en la mano. "Eso pasó ya"./ AP