EFE
La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, se declaró hoy "satisfecha" por el desempeño de la economía durante su Gobierno, que finalizará el próximo 8 de mayo.
En una conferencia de prensa, la mandataria destacó que pese a la crisis internacional que estalló en 2008, su administración logró mantener el crecimiento económico, que ha sido sostenido en Costa Rica en los últimos 16 años, según explicó sin ofrecer cifras.
"Durante nuestro periodo de Gobierno logramos estabilizar la economía al punto que alcanzamos el crecimiento promedio que la economía costarricense ha mostrado en los últimos cuatro gobiernos", dijo la mandataria a la prensa luego de la reunión semanal con sus ministros.
Chinchilla dijo que la economía creció un 3,5 % del producto interno bruto (PIB) en el 2013, y que para el 2014 la previsión del Banco Central es del 3,8 % lo que, a su juicio, "refleja una gran recuperación después de la crisis más grande que ha vivido la humanidad".
"Nos sentimos contentos y satisfechos por el anuncio que nos hace el Banco Central sobre nuestra economía, indicando que es una economía sólida, estable y que vienen tiempos buenos para Costa Rica, tanto en términos de crecimiento económico como en generación de empleo, y en términos de control de la inflación", declaró.
Según las proyecciones del Banco Central de Costa Rica (BCCR), en el 2014 la economía crecerá un 3,8 % y la inflación se ubicará en un rango entre el 3 % y el 5 %.
El lunar de la economía costarricense sigue siendo el déficit fiscal que, de acuerdo con el BCCR, llegará este año al 6,4 % del PIB y en el 2015 al 6,6 %.
Chinchilla recordó que ella intentó aprobar sin éxito una reforma tributaria que elevara la recaudación entre un 1,5 % y un 2,5 % del PIB a fin de reducir el déficit.
Aseguró que al nuevo Gobierno, que iniciará labores le corresponderá analizar el tema y buscar herramientas para aumentar la recaudación.
El nuevo presidente de Costa Rica para el periodo 2014-2018 se definirá el próximo 6 de abril en una segunda vuelta electoral entre Luis Guillermo Solís, del centro izquierdista Partido Acción Ciudadana (PAC), y Johnny Araya, del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN).
Ambos se han mostrado de acuerdo en impulsar una reforma fiscal que transforme el impuesto de la venta en uno de valor agregado, a fin de facilitar la recaudación, y además implementar el impuesto de renta mundial y global.