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Lidia Reyes tiene 32 años, es catalana y se está sometiendo a un doloroso tratamiento con láser para volver a su rostro original sin tatuajes. "Me cansé de verme tan llena", dijo. Primero soñó con ser la mujer más tatuada del mundo. Lo hizo realidad y luego se arrepintió. Ahora busca quitarse algunos de los dibujos de su rostro con láser.
Volver a lo que era antes, a su rostro, ese es el principal motivo según explicó."No me los voy a quitar todos, me voy a quitar el 95% de los tatuajes de la cara y luego me haré alguno nuevo incluso, pero me cansé de verme tan llena”, asegura en un video que subió a YouTube. La joven de 32 años, madre de dos hijas se tatuó gracias a colaboraciones con tatuadores que dibujaron sobre su piel a cambio de poder publicitar sus trabajos en redes sociales.
2017-05-23