Justo Navarro
Los médicos venezolanos todos los años suelen celebrar el 10 de marzo como su día especial, pero esta vez la crisis de la salud los ha envuelto en una paradoja que al parecer no tiene salida si no hay un cambio de gobierno, señaló el presidente de la Federación Médica Venezolana (FMV), Douglas León Natera.
“Esta vez la celebración no será con globos y pastel, sino con una postura firme para denunciar la grave crisis que atraviesa el gremio”, dijo el dirigente, quien sostiene que llevan en sus hombros la “humillación” de vivir con una vida paupérrima como resultado de las malas políticas implementadas por el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
León informó que el gremio médico lleva alrededor de 15 años sin discutir un contrato colectivo. “El régimen no ha querido sentarse con la Federación Médica”. Detalló que el último contrato colectivo que beneficiaba a los médicos en Venezuela se firmó en el año 2003, donde en el acta estaba en principio con Sanidad, el Seguro social y posterior a ellos con el Instituto de Previsión y Asistencia Social (Ipas- ME). Sin embargo el doctor León Natera comentó que la mejor manera de obtener un salario digno es mediante la discusión que lleva la contratación colectiva.
Para la FMV resulta importante que se tome como prioridad y seriedad al gremio de salud, pues advierten que los salarios no dan para llevar la comida a la casa, ni muchos menos para sustentar una familia que requiere calidad de vida. Al juicio de León Natera, “los médicos merecemos una vida digna y eso responde también con los salarios, salvamos vidas, las de todos”.
El dirigente gremial también resaltó las pésimas condiciones en las que se encuentran los hospitales y centros de salud del país, la grave escasez de medicamentos y equipos para poder brindar una buena atención médica a los ciudadanos que la necesitan.
No se trata de un cuestión política, cualquier personas, sea del gobierno, de oposición o independiente, puede necesitar en cualquier momento de un servicio de salud y en las condiciones en las que se encuentran actualmente las instalaciones hospitalarias no se le puede garantizar la vida a nadie.
Para unirse en fuerzas
El jefe de servicios de gastroenterología en el Hospital José María Vargas, Guillermo Veitia, les hizo un llamado a sus colegas para “unir fuerzas” para lo que viene en Venezuela, pues lamentó lo que sucede dentro de las instalaciones hospitalarias.
“Hay mucha preocupación por la calidad de servicio que estamos brindando porque hay grave déficit de insumos”, denunció Veitia.
Así mismo considera que lo que agrava a los pacientes es la falta de hemoderivados, pues sin estos tienen más posibilidades de morir.
Veitia lamentó que no exista mantenimiento preventivo y correctivo de instalaciones y equipos médicos, señalando que “cuando se daña un equipo, este queda inoperativo”, alertando que con estas condiciones se hace imposible poder realizar estudios para los diagnósticos que tienen a su cargo.
El especialista en el área gastroenterología y también profesor de esa cátedra en la UCV, dijo que “todos estamos sufriendo el desabastecimiento de medicamentos y los pocos que se consiguen no están al alcance de la mayor parte de la población”. Manifestó que las condiciones de trabajo no permiten celebrar nada mañana.
Galenos por el mundo
Dadas las pésimas condiciones en las que vienen laborando y en las que se encuentra el sistema de salud pública del país, un gran número de profesionales ha tenido que emigrar en busca de una solución a las necesidades y deseos que no encuentra en la tierra que los formó.
Para el médico y profesor “la diáspora en la salud ha sido grave, pues esta semana he tenido que firmar ya cuatro certificados de postgrados, apenas culminan su carga académica se van”.
Veitia comentó que este fenómenos nunca lo había visto en toda su trayectoria como profesor, debido a que él firmaba una vez cada cinco años la salida de un especialista que decidía tomar otros rumbos. En el servicio de gastroenterología, en el primer trimestre del año, se han ido especialistas que a su juicio son “excelentes” y necesarios. Advirtió que esto significa una profundización de la crisis que pegará en la capacidad humana del gremio.
Por su parte, el urólogo Wilfrido Medina señala que “el área de trabajo en la actualidad presenta muchas deficiencias que llevan al médico a la frustración, debido a la carencia de insumos médico- quirúrgicos, medicamentos, laboratorio”, y sostiene que es unas de las causas por las que sus colegas deciden irse a otros países. A su juicio “estamos atado de manos al tratar de darle solución a la enfermedad por la que el paciente acude”.
Firmes exigencias
“La solución de la crisis de salud va de mano con la solución de la crisis nacional y eso pasa por un cambio de gobierno”, señaló el presidente de la FMV, Douglas León Natera. A su juicio “el gobierno ha fracasado y eso se ve en la calle, en las esquinas, porque la gente está comiendo de la basura”. Así mismo resaltó que están reapareciendo enfermedades que estaban ya controladas, aunque aclaró que son solucionables siempre y cuando se apliquen las políticas adecuadas.
El jefe de servicios de gastroenterología, Guillermo Veitia, insistió en que no se debe politizar la salud, puesto que ella no lleva colores. No obstante le pareció una burla que un médico residente gane un salario de Bs 1.400, “lo cual es una remuneración absurda”.
En su día, Veitía pide que se “implementen correctivos que pasan por la descentralización, remuneración justa y que la aplicación del uso preventivo y correctivo de los equipos”, además de adquirir tecnología de última generación y reforzamiento de la red ambulatoria.
El gremio de médico hizo énfasis en la necesidad de recuperar de forma total el sistema de salud pública en el país, pues consideran que se ha perdido la valoración de la mano de obra profesional y calificada desde los entes administrativos.
2018-03-08