Los países centroamericanos de Panamá y Costa Rica acordaron este martes 11 de febrero trasladar a los migrantes que retornan desde el norte del continente hacia el sur a diversos albergues en las fronteras para luego devolverlos a sus países de origen en aviones pagados por Estados Unidos.
Las autoridades de estos países toman esta decisión tras detectar un "flujo migratorio inverso". El ministro de Seguridad de Panamá, Frank Ábrego, explicó que la reunión con su homólogo costarricense, Mario Zamora, "permitió establecer un protocolo inicial para gestionar este retorno de migrantes", de acuerdo a un reporte de la agencia EFE.
¿Cuáles serán los pasos a seguir?
Los migrantes irregulares serán concentrados en el Centro de Atención al Migrante, o CATEM, en Costa Rica. Desde allí, "serían trasladados a Metetí (en Darién, frontera con Colombia) o Los Planes de Gualaca (en Panamá, limítrofe con Costa Rica), y posteriormente repatriados.
Estas repatriaciones a sus países de origen serían por vía aérea o marítima, y sería en coordinación con el memorando de entendimiento suscrito con Estados Unidos.
¿Y qué pasará con los venezolanos?
Con la nueva situación conocida como flujo migratorio inverso que se da de norte a sur, producto del endurecimiento de las políticas migratorias del presidente estadounidense, Donald Trump, Panamá estudiará la posibilidad de trasladar a venezolanos directamente a su país.
O, incluso, al no existir relaciones diplomáticas entre las dos naciones, a través de un tercero. Ábrego se refirió a esta posibilidad de envío de venezolanos desde Panamá tras reunirse hoy con las autoridades de Costa Rica, con las que analizó este flujo inverso de migrantes.
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