Un grave incidente de discriminación lingüística se vivió en la localidad de Juniata, en Pensilvania, luego de que un conductor de un bus escolar pusiera un letrero polémico que causó su suspensión inmediata.
El letrero prohibía explícitamente a los niños que hablaran español. Esto se propagó rápidamente a través de las redes sociales, generó indignación en la opinión pública y reavivó el debate sobre la importancia del respeto a la diversidad lingüística en los centros educativos.
¿Qué fue lo que sucedió?
El incidente se dio a conocer tras la difusión de un video en el que se observa un cartel escrito a mano y pegado en la parte frontal del autobús escolar.
El letrero, con una clara intención de censura, decía: "Por respeto a los estudiantes que solo hablan inglés, ¡NO se permitirá hablar español en este autobús!". La imagen del letrero no tardó en viralizarse, desatando una ola de críticas y señalamientos hacia el conductor y la empresa de transporte.
¿Y qué expresó la opinión pública?
Ante la presión pública, tanto el Distrito Escolar del Condado de Juniata como la empresa de transporte Rohrer Bus, a la que pertenece el autobús escolar, confirmaron la suspensión del conductor y anunciaron una investigación interna para esclarecer lo sucedido.
Por su parte, David Schrantz, vicepresidente de Rohrer Bus, declaró a medios locales que la empresa no autorizó, creó ni aprobó el mensaje del cartel, deslindándose así de la polémica.
¿Y a nivel escolar qué sucedió?
Aunado a todo lo sucedido, la superintendente del distrito escolar, Christie L. Holderman, calificó el cartel como "inapropiado" en un comunicado dirigido a las familias de los estudiantes.
Holderman enfatizó que las acciones del contratista no representan los valores del Distrito Escolar del Condado de Juniata, buscando transmitir un mensaje de tranquilidad a la comunidad educativa.
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