Los constructores de viviendas en Estados Unidos están ajustando agresivamente sus estrategias de venta en la recta final de 2025, reduciendo precios para competir directamente con el mercado de segunda mano y liquidar inventario antes del cierre de año.
Según el más reciente análisis de Realtor.com, esta táctica responde a una desaceleración estacional y permite que, en regiones estratégicas, el costo por pie cuadrado de una propiedad a estrenar sea ahora más económico que el de una existente.
Causas
Joel Berner, economista senior de la firma, destaca que los desarrolladores no solo bajan las tarifas base, sino que están aplicando incentivos financieros para atraer a compradores sensibles al costo.
Con esto logran que las viviendas de entrega inmediata ofrezcan condiciones de financiamiento más atractivas que reducen tanto el pago inicial como las cuotas mensuales según detalla La Opinión..
Las cifras revelan una inversión de tendencias importante en el mapa inmobiliario: en el Oeste, el precio promedio por pie cuadrado de obra nueva cayó a $292 frente a los $320 de las casas usadas, mientras que en el Sur la relación es de $200 contra $204, respectivamente.
Interés para el consumidor
Aunque en el Noreste y el Medio Oeste las reducciones son más modestas, la combinación de estos precios competitivos con la reciente caída en las tasas hipotecarias está reactivando el interés de los consumidores que se habían alejado del mercado.
Este cambio de dinámica ofrece una oportunidad clara para quienes buscan maximizar su presupuesto, posicionando a la construcción nueva como la opción más viable y asequible frente a un mercado de reventa que mantiene valoraciones altas a pesar de la menor demanda.
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