Carlos Crespo
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Desde el 24 de julio, están en Ciudad Zamora, en Cúa, las 160 familias que antiguamente vivían en la famosa “Torre de David” y que ahora tienen su nuevo hogar en el complejo habitacional creado por el Gobierno en febrero.
A pesar de que servicios básicos como el agua, el gas y el transporte presentan deficiencias ninguno de los nuevos habitantes de Los Valles del
Tuy fueron capaces de ocultar su sonrisa. “Esto es un cambio del cielo a la tierra”, dicen casi al unísono.
El traslado de estas personas venía planificándose desde hace meses, cuando el ministro Ernesto Villegas decidió ingresar en la famosa estructura ubicada en San Bernardino con la finalidad de definir la reubicación. En mesas de trabajo se definió con antelación los apartamentos que le tocaría a cada vecino y el orden de la movilización (ni el ministro ni los vecinos hablan de desalojo).
“En nombre del comandante eterno Hugo Chávez, del presidente Maduro y del
Gobierno revolucionario le entregamos esta vivienda digna”. Esta es la frase que precedió el traspaso de los apartamentos, para luego proceder a la firma de un papel en el que se indicaba que el espacio había sido “adjudicado” a la persona, quien no puede vender o intercambiar su nueva vivienda. “Esto va a cambiar toda mi vida”, señala Fidel Meneses sin todavía haber visto su nueva vivienda.
Los nuevos apartamentos tienen tres habitaciones, dos baños y una
cocina-sala. Son bastantes amplios y cuentan con seguridad, pues la Guardia Nacional y la Policía Nacional están por todas partes. El agua es racionada, no hay gas y todavía no hay un sistema de transporte para ir hacia el metro. Sin embargo, cuando los nuevos habitantes hacen el balance no tienen la menor duda sobre la mejora.
Carmen Castro se mudó desde el piso 7 de la torre hasta el nuevo urbanismo el pasado martes. “No pude dormir la primera noche de la emoción”, dice mientras su hija más pequeña sonríe para la cámara. “Antes estábamos encerrados en la casa porque no podíamos salir por el tema de la inseguridad”, relata. Castro acota que el traslado hacia Caracas será más complejo, como ejemplo coloca a sus dos hijas que estudian en la capital, pero dice que la comunidad ya trabaja en la idea de construir una cooperativa de transporte. “Yo agradezco a Dios y al comandante eterno por esto”, agrega mientras mira una imagen de Chávez que reposa en una mesa del apartamento.
“Queremos quitar ese mito de que la torre estaba llena de delincuentes”, indica Dinora Zapata, vocera de los vecinos. Luego de agradecer al Gobierno nacional y a las autoridades locales explica que se está trabajando en la constitución de un nuevo consejo comunal para atender las necesidades del nuevo espacio. “Ahora vamos a impulsar el poder comunal. Sólo en revolución es posible esto”, indica.