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La educación es una herramienta imprescindible para crear ciudadanía, por lo que es necesario incrementar los esfuerzos para formar a niños y jóvenes, y difundir valores cívicos que permitan un futuro mejor para todos.
Así lo señaló el doctor Rodrigo Lares Bassa -abogado de profesión y apasionado de las manifestaciones artísticas, quien está al frente de la Comisión de Cultura del Valle Arriba Atletic Club (VAAC)- al referirse a la realización y participación de actividades culturales como llamados de conciencia a las personas para rescatar los principios, virtudes y cualidades que determinan sus conductas.
El también docente universitario y escritor expresó que “las semillas de una buena formación se siembran en casa, con los modales y las normas básicas de convivencia, las cuales luego se van ampliando al llegar a la escuela, el liceo y la universidad; pero si por cualquier razón se dejan los estudios, la semilla sembrada en casa son el cimiento de ese ser humano que sale a las calles como ciudadano, quien siendo adulto, se debe a la educación y a cultivarla por sí mismo”.
Aseguró que “en Venezuela hay esperanza y también futuro”, ya que hay un grupo de ciudadanos que no permiten que se pierda la cultura. “La gente está buscando espacios para compartir contenidos culturales. Hoy vemos cómo persiste un movimiento cultural que va ramificándose y volviendo del asfalto a las salas, tanto públicas como privadas, que versan sobre teatro, cine, poesía, literatura, pintura y demás formas de expresiones”.
Lares Bassa dijo que “Interesantes son los círculos de lectura -que se crean voluntariamente, a través de pequeños grupos de la sociedad- los cuales van proliferandose según los gustos de sus miembros. Son como pequeñas celdas de una colmena, constituyéndose estos círculos como un arma esencial para fortalecer el amor hacia la lectura, que tanto hace falta en nuestra sociedad".
Asimismo, resaltó que “la cultura no es para élites, es de todos y para todos. Cada quien es culto a su medida, el barómetro nos lo imponemos nosotros mismos, porque nuestra persona –quienes somos-, al final del todo, termina siendo los libros que leemos, la música que escuchamos, las experiencias que vivimos y circunstancias que enfrentamos. Como ser humano uno debe estar dispuesto a nutrirse y sentir como se unen esos hilos que otros tejen alrededor nuestro -o que han tejido en otras generaciones- para hacer con ellos nuevas tesituras y, a la vez, comprender nuestro pasado, nuestro presente y así obrar por un mejor futuro”.
Por tal motivo, consideró que lo único que puede librar al país de la situación actual es la educación, el raciocinio y el pensamiento crítico. “Hay que incrementar los esfuerzos para formar a los niños y jóvenes, combatir la visión única y darle cabida a la pluralidad de criterios”, acotó.
El abogado y miembro de la Comisión de Cultura del VAAC, aseveró que la solución alternativa a la queja es cultivar la ciudadanía. “Todo lo etiquetamos y juzgamos, vivimos con conceptos preconcebidos, andamos con prejuicios y eso es parte del problema. La gran solución es ser ciudadano: ser humildes, tolerantes y asumir nuestra responsabilidad frente a lo que sucede”.
Abogó por la necesidad no sólo de programas educativos públicos, sino también de iniciativas privadas por parte de las empresas, asociaciones y organizaciones no gubernamentales para fomentar el civismo y las actividades culturales.
Nota de prensa.
2019-02-09
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