Resumir 300 años de vida no parece fácil, pero la Real Academia Española lo va a intentar en la gran exposición que abrirá la conmemoración de su tricentenario y en la que tradición y nuevas tecnologías se unirán para contar una historia que tiene a la lengua y a sus hablantes como protagonistas.
Titulada "La lengua y la palabra: trescientos años de la Real Academia Española", la exposición recreará la complejidad del trabajo que realiza esta institución y la historia "tremendamente humana" de los académicos porque se han visto envueltos en avatares políticos y sociales de todo tipo, dijo la historiadora Carmen Iglesias en la presentación de la muestra.
Iglesias y José Manuel Sánchez Ron, historiador de la ciencia, serán los comisarios de esta exposición que se inaugurará a finales de septiembre o principios de octubre en la Biblioteca Nacional.
La muestra es fruto de la colaboración entre la RAE y Acción Cultural Española (AC/E), explicó la presidenta de esta institución, María Teresa Lizaranzu, y el director de la Academia, José Manuel Blecua.
Rodeados de algunas de las joyas bibliográficas que podrán verse en la muestra, como la primera edición del Diccionario de Autoridades (1726-1739), la primera Gramática académica de 1771 o la edición ilustrada del Quijote de 1780, Blecua y los comisarios comentaron aspectos de esta iniciativa, que contará con unas 250 piezas entre pinturas, retratos, grabados, incunables y manuscritos.
Habrá piezas inéditas, algunas de ellas pertenecientes al archivo de la RAE, que encierra verdaderos tesoros, y habrá "sorpresas", aseguró Iglesias, que tiene una larga experiencia como comisaria de grandes exposiciones.
Los comisarios han ideado un diseño y montaje punteros para iluminar los diferentes períodos que se recrean.
Desde ese siglo XVIII en el que nacieron instituciones como la RAE y la Biblioteca Nacional y en el que los primeros académicos hicieron una labor titánica para sacar adelante el Diccionario de Autoridades, hasta el siglo XXI, en el que el trabajo de las 22 Academias de la Lengua Española ha alcanzado una difusión universal gracias a las nuevas tecnologías y a internet.
Como ejemplo puede servir el que la edición digital del Diccionario de la Academia recibe cada mes entre 40 y 60 millones de consultas.
Entre uno y otro siglos estará el convulso XIX con sus guerras y vaivenes políticos y con América también como protagonista. Fue el siglo de la independencia de las repúblicas americanas y de "la preocupación por la fragmentación de la lengua española", algo que no llegó a producirse.
"En el terreno de la lengua ha existido una vinculación que nunca se ha roto", subrayó Iglesias. "El español se impuso a las lenguas indígenas; la independencia favoreció al español".
América estará muy presente en la gran exposición del tricentenario, que, como afirmó Lizaranzu, tendrá una versión itinerante y que, además de viajar a ciudades españolas, probablemente lo hará también a algún país hispanoamericano.
Además, habrá piezas llegadas de ese continente y el catálogo contará con la participación de lingüistas y escritores americanos.
La labor de la Academia durante la guerra civil española (1936-1939) también se verá reflejada en la exposición, así como los vanos intentos del franquismo de quitarles el sillón a los académicos exiliados.
Y regímenes que han llegado incluso a interferir en la discusión sobre determinadas palabras. Así pasó en 1814 con "caos". Cuando el gobierno se enteró de que se estaba debatiendo en la Academia sobre semejante término lo prohibió mediante una orden, comentó Iglesias.
La Academia ha suscitado numerosas polémicas y críticas a lo largo de su historia y la exposición también reflejará algunas de ellas.
Será, pues, una ocasión excelente para ver cómo trabajan los académicos, que "nunca han estado en una torre de marfil", aseguró Iglesias.
La conmemoración del tricentenario se cerrará en octubre de 2014 con la publicación de la nueva edición del Diccionario, que, "probablemente, será la última que salga en papel", dijo Blecua. /EFE
(KC)