El papa Francisco convocó a funcionarios del Gobierno argentino, a empresarios y a sindicalistas a una reunión en el Vaticano el próximo 19 de marzo para fomentar la paz social, confirmaron hoy fuentes gremiales.
"Se trata de buscar herramientas para resolver los problemas desde el diálogo. Su santidad está muy comprometida con esa hoja de ruta", dijo a Radio América el titular de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra), Gerardo Martínez, uno de los convocados.
Según anticipó hoy el diario bonaerense La Nación, también han confirmado su asistencia al encuentro el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, y el vicepresidente de esa entidad, Daniel Funes de Rioja.
El motivo oficial del encuentro será una visita al Vaticano de una comitiva de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en la que Martínez representa al sindicalismo argentino, mientras que Funes de Rioja ocupa ese rol por el empresariado nacional.
"La convocatoria del papa es un gesto evidentemente político y seguramente va ir en el sentido de pedir más unidad y más diálogo, no sólo entre nosotros, sino a todo nivel", declararon fuentes del entorno de Martínez al rotativo bonaerense.
El encuentro propuesto por el sumo pontífice, que no ha sido confirmado oficialmente, llega en medio de un clima tenso.
En la última semana, el Gobierno ha criticado a los empresarios por el alza de precios y ha mantenido acusaciones cruzadas con los sindicatos oficialistas en vísperas del inicio de las negociaciones paritarias, en las que se definirá la subida salarial para 2014.
El líder de la Uocra ha propuesto moderar las alzas salariales al 25 % a cambio del compromiso de que no haya despidos, pero la mayoría de gremios apuesta por exigir subidas de sueldo superiores al 30 %, una cifra cercana a las estimaciones privadas de inflación para este año.
El sindicato de los docentes, uno de los primeros en sentarse a la mesa de negociaciones paritarias, reclama un salario básico de 5.500 pesos (unos 700 dólares), es decir, un aumento del 60 %, que ya ha sido rechazado por las autoridades nacionales y provinciales. EFE