Agencia Internacional/ PÑ
Luego del referéndum griego, el ministro de ese país Alexis Tsipras enfrenta una lucha para contener la división del partido gobernante Syriza, después de que varios miembros dijeron que no apoyarían las medidas de austeridad prometidas a los prestamistas internacionales a cambio de un rescate.
En una votación celebrada este sábado en la mañana en el Parlamento, quince de los 149 miembros de Syriza (partido gobernante) reiteraron el rechazo al Gobierno en las futuras votaciones cuando las políticas de financiamiento de los prestamistas internacionales sean aprobadas.
Esta respuesta significa un reto para Tsipras, que intenta aprobar medidas como la subida del IVA, un recorte en los gastos de defensa y la venta de activos estatales.
Antes de dichas votaciones, 15 diputados opositores al Syriza enviaron un comunicado en el cual aseguraron que por esta vez apoyan al Ejecutivo en el Parlamento, sin embargo, no significa que vayan a hacerlo en un futuro con las medidas individuales.
(Nuestro apoyo) no puede ser tomado como un ‘Sí’ a la implementación de medidas de austeridad y a una demolición neoliberal, contra la que lucharemos en un movimiento con los trabajadores y el pueblo", dice el texto.
La oposición en el seno de Syriza preocupará también a los ministros de Finanzas de la zona euro, reunidos el sábado en Bruselas para estudiar el paquete de reformas, con muchos de ellos escépticos de que Atenas vaya a cumplir sus promesas.
"¿Se puede creer que el Gobierno griego va a hacer lo que está prometiendo, que vaya a ponerlas realmente en marcha en las próximas semanas, meses y años? Ceo que son los principales asuntos que se tocarán hoy", afirmó el jefe del Eurogrupo de ministros de Finanzas, Jeroen Dijsselbloem.