El embajador de Panamá en la OEA, Guillermo Cochez, fue destituido este jueves tras el rechazo que generaron sus críticas a Venezuela y al secretario general del organismo interamericano, José Miguel Insulza, de las que, no obstante, dijo no arrepentirse.
Fue el propio Cochez el encargado de dar la noticia de su destitución, aún no confirmada por el Gobierno, en entrevistas telefónicas con medios panameños e internacionales.
"Me acaban de destituir", declaró al diario panameño La Prensa en su versión por internet el funcionario, que habrá de permanecer en su puesto diplomático en la Organización de Estados Americanos (OEA) hasta que el Gobierno nombre a un sustituto.
La destitución de Cochez tuvo su origen en las críticas que hizo el miércoles sobre la situación interna de Venezuela en una sesión del Consejo Permanente de la OEA, una intervención que el presidente panameño, Ricardo Martinelli, calificó de "opiniones muy personales" del diplomático que "no comparte el Estado".
Martinelli convalidó así la posición expresada el miércoles por la Cancillería, que rechazó por "inconsultas" las declaraciones de su embajador en la OEA y le pidió "abstenerse a emitir declaraciones que no reflejan la posición oficial del Gobierno de Panamá".
El nuevo canciller venezolano, Elías Jaua, informó que el propio Martinelli se comunicó con él telefónicamente para excusarse por "la lamentable intervención" de Cochez.
En una entrevista , el vicepresidente de Venezuela, Nicolás Maduro, agradeció también las excusas dadas por Panamá al desautorizar las críticas de Cochez.
Cochez, quien venía representando a Panamá ante el organismo continental desde 2009, pidió en la sesión del miércoles que la OEA no ignorara la "potencial violación" de su Carta Democrática que supone la situación política en Venezuela y acusó a Insulza de haberse precipitado a convalidarla.
"La OEA entera se ha visto cómplice involuntaria de una potencial violación de claros preceptos de la Carta Democrática Interamericana", señaló Cochez.
El embajador se refería al comunicado de prensa que la OEA emitió la semana pasada, en el que Insulza indicó que el organismo "respeta cabalmente, como no podía ser de otra forma", la decisión de los poderes públicos venezolanos de postergar indefinidamente la toma de posesión del reelegido presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Chávez, de 58 años, en el poder desde 1999 y reelegido en los comicios de octubre pasado, no tomó posesión el 10 de enero pasado, como establece la Constitución, porque su estado de salud no le permite volver a Venezuela desde Cuba, donde permanece hospitalizado desde diciembre tras una cuarta operación de cáncer.
"Quizá he puesto demasiado el dedo sobre la llaga, en el caso de Venezuela y de Insulza", "pero no me arrepiento, me siento orgulloso del papel que he desempeñado a favor de la democracia" como embajador ante la OEA, dijo por teléfono a Efe en Washington.
Cochez sacó a relucir el tema venezolano en la sesión ordinaria sin que estuviera en la agenda y sin que llegara a plantear ninguna acción concreta, lo que sí hizo Canadá, que sugirió una evaluación sobre el terreno a través de una misión encabezada por Insulza.
En una entrevista desde Washington con la cadena de televisión local TVN, Cochez dijo que no consideraba "injusta" su destitución, sino que la entiende como una decisión "discrecional" de Martinelli, que tiene "potestad" para ello como presidente del país.
"Si él consideraba, como se lo dije esta mañana, que mi actuación en la OEA no era la más adecuada, él tiene todo el derecho de destituirme y es lo que ha hecho", afirmó.
En otra entrevista, con la radio RPC de Panamá, el hasta ahora embajador en la OEA dijo que "nunca" recibió instrucciones de la cancillería panameña desde que la dirige Rómulo Roux, quien asumió el cargo en julio pasado.
"Ayer recibí el apoyo de Canadá, Estados Unidos (y) Paraguay, pero definitivamente hay muchos países que, en lo privado, sienten que lo que yo he dicho es la verdad", afirmó.
Criticó que los países alineados en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), impulsada por Venezuela y Cuba, "están penetrando el sistema democrático" en la región y esta les está "haciendo el juego".
Algunos sectores políticos panameños consideraron este jueves que Cochez debía renunciar al cargo tras haber sido desautorizado por su Gobierno.
El excanciller panameño Jorge Eduardo Ritter acusó a Cochez de haber actuado como un portavoz de la oposición venezolana y se mostró sorprendido de que no haya sido él mismo el que renunciara. EFE
(KC)