Nota de Prensa
El rector de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), José Virtuoso, se refirió a la más reciente polémica entre el Gobierno nacional y la alta jerarquía católica criolla debido a la solicitud del presidente Nicolás Maduro de investigar, por presuntos “delitos de odio”,al obispo de San Felipe, Víctor Hugo Basabe, tras una polémica homilía donde hizo serias críticas sobre la situación del país.
Virtuoso aseguró que la Iglesia mantiene una línea marcada desde hace ya muchos años que se traduce en estar al lado de los más necesitados y expresar sus puntos de vista sobre los graves problemas actuales.
“Eso sí, no pretendemos sustituir a los partidos políticos ni llenar ningún vacío de liderazgo en ese sentido”, apuntó el también sacerdote de la Compañía de Jesús.
Los comentarios del rector ucabista se produjeron durante un conversatorio con periodistas para debatir sobre los 60 años del 23 de Enero de 1958.
En el encuentro también participaron el historiador Elías Pino Iturrieta y el Director del Centro de Estudios Políticos de la Ucab, Benigno Alarcón.
Todos coincidieron en que la postura de la Iglesia Católica en la actualidad es mucho más frontal y comprometida que en épocas anteriores de la historia nacional, entre ellas, la era de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, tema central de la actividad desarrollada ayer en los espacios del Consejo Universitario de esta institución educativa.
“Hoy la Iglesia está mucho más comprometida en bloque, como un todo”, explicó Virtuoso.
Pino Iturrieta refirió que esa situación fue muy distinta durante el perezjimenismo. “El caso de monseñor Arias y su famosa pastoral es una situación aislada en el ámbito de los reclamos contra la dictadura. No era lo normal, como ahora”, dijo el historiador.
Añadió que una de las grandes enseñanzas del 23 de Enero es que los factores políticos dejaron de lado el sectarismo por la unidad de la República para hacer realidad la democracia.
Inestabilidad.
Benigno Alarcón alertó que en el presente el país vive la inestabilidad e incertidumbre propias de un eventual proceso de transición.
“En 1958 nadie se imaginaba que estaba próximo a caer un régimen. Quizás ahora estamos en una situación parecida, pero la transición puede darse hacia algo peor, como mayor radicalización del actual modelo o la vuelta a la democracia”, explicó.
Alarcón alertó sobre la desintegración de la institucional del país por la merma irreversible de la legitimidad del actual Gobierno.
“La gente quiere vivir en un país ‘normal’”, aclaró.
2018-01-17