El engaño en redes sociales con fines amorosos lleva por nombre “catfish”, situación donde una persona se hace pasar por otra con el fin de timar a alguien, ya sea para enamorarlo o cometer algún delito.
El catfish no siempre tiene un fin delictivo, debido a que en muchos casos se trata de inseguridad, baja autoestima y ansiedad social según la terapeuta de parejas, Carmen Salas.
La consultada explicó a 2001 que muchas personas se niegan a mostrarse como son por problemas de aceptación y por tal razón mienten con sus fotos en redes sociales.
“Se creen la cuenta con la idea de enamorar a alguien por cómo se expresan y no por como lucen”, señaló.
Los peligros del catfish
De tal manera expresa que hay casos donde la víctima del engaño termina aceptando la relación.
No obstante, hay dos tipos de catfish que se convierten en delitos graves, los cuales involucran sextorsión y el secuestro, respectivamente.
Miguel Araujo, abogado y criminólogo, destaca que el primer caso es la suplantación de identidad por el método de hackeo para conseguir fotos y videos íntimos, con el propósito de extorsionar a la víctima vendiendo dicho contenido.
Expresó a 2001 que hackean cuentas de personas con un gran número de contacto y así pueden extorsionar hasta a 10 personas al mismo tiempo.
“Entablan una conversación subida de tono, piden fotos y luego las venden. La víctima puede no saber de la comercialización y sigue enviando ese tipo de material”, destacó.
Debido a que piensan que se trata de un conocido, creen que las fotos y videos están a salvo, luego al negar a enviar ese material, comienzan las amenazas y la víctima tiene miedo de denunciar, para que las fotos no se filtren.
Asegura que pueden tener muchas cuentas hackeadas y así extorsionar a un gran número de personas.
El segundo tipo de delito es cuando mediante al catfish se planean encuentros de “parejas” y los engañados terminan secuestrados, o incluso asesinados.
“Los delincuentes toman fotos de una persona al azar y crean un perfil, personalidad, historia, etc. Con el fin de engañar a la otra a persona y que se sienta en confianza”,
Una vez establecido el vínculo, el delincuente comienza a sacar información importante de la víctima, como su nombre completo, dirección de residencia y trabajo, e incluso otros datos personales como con quien vive, con quien se relaciona y cómo es su entorno.
La conexión se crea por mensajes y llamadas, pero nunca cara a cara, explicó el abogado.
“Luego de conocer a su víctima, proponen un encuentro. Cuando se ven, la persona claramente no reconoce al criminal y este aprovecha para robarla o secuestrarla”, indicó.
Los afectados pueden denunciar los casos ante el Ministerio Público o ante la División de Delitos Informáticos cuando se trata de robo, extorsión, secuestro. De tratarse de homicidio, los conocidos y testigos deben presentarse al Cicpc.
No obstante, como son perfiles falsos, puede tomar un tiempo dar con los responsables.
Datazo
El catfish se puede presentar en toda red social o plataforma de mensajería instantánea.
Todas las conversaciones son mediante mensajes y llamadas, para que el criminal oculte su identidad.
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